Javier Narbaiza vuelve en la ocasión sobre un tema ligado a su tierra originaria: Soria. En este caso, su objeto narrativo versa sobre el lugar que moraron sus ancestros, que es Pinilla del Olmo, hoy más bien un despueblo entre las llanadas de silencio y cereal.
El retrato enmarcado del grupo en el que figuran el maestro, el cura, autoridades y alumnos de la Escuela Unitaria del pueblo soriano de Pinilla del Olmo, lleva escrita en su reverso la fecha del 11 de abril de 1929, en plenos estertores de la Dictadura instaurada por el general Don Miguel Primo de Rivera y Orbaneja.
Partiendo de dicha imagen y del hecho de que el maestro, Don Santiago, fuese su abuelo, el autor rastreará por su árbol genealógico y por el de los personajes retratados, y se inspirará en la remembranza de sucedidos en torno a un municipio castellano, hoy pedanía, a modo de un Macondo de la paramera, tras plantearse una minuciosa búsqueda de documentos y relatos orales propagados por últimos testigos.
Con la época y sus gentes en cuestión como cañamazo narrativo, Javier Narbaiza recupera quehaceres, anécdotas y latidos de una España rural, hoy despoblada, vacía o vaciada, según los lectores consideren o prefieran.
Del autor, resaltar que reside en Madrid, que cursó Periodismo, se licenció en Filosofía y Letras, especializándose en Literatura Hispánica, así como en Derecho. Ha realizado guiones para Televisión Española y colabora con diversos medios periodísticos nacionales. Ha publicado, asimismo, diversas obras literarias en el campo de la narrativa, en forma de novela, biografía y recopilación de entrevistas.